Consecuencias de las aplicaciones en línea para el sistema de licencia de software
Una licencia de software es un contrato entre el titular del derecho de autor (propietario) y el usuario del programa informático (usuario final), para utilizar éste en una forma determinada y de conformidad con unas condiciones convenidas.
Las licencias de software pueden establecer entre otras cosas: la cesión de determinados derechos del propietario al usuario final sobre una o varias copias del programa informático, los límites en la responsabilidad por fallos, el plazo de cesión de los derechos, el ámbito geográfico de validez del contrato e incluso pueden establecer determinados compromisos del usuario final hacia el propietario, tales como la no cesión del programa a terceros o la no reinstalación del programa en equipos distintos al que se instaló originalmente.
Aplicaciones en línea son las tendencias más novedosas de la denominada Web Social pues vuelcan toda la información en la red y ejecutan las aplicaciones informáticas (procesadores de textos, hojas de cálculo, presentaciones digitales…) directamente desde ellas, como contraposición a lo que tenemos en la actualidad, en la que tanto la información como las aplicaciones están disponibles solo en los discos duros de los ordenadores personales. Para usar estas aplicaciones es necesario estar conectado a Internet.
Las consecuencias que podría acarrear el uso de aplicaciones en línea para las licencias de software seria la utilización de esas aplicaciones de manera gratuita, algo que se manifestaría sobre todo en los beneficios de los softwares privados como Microsoft. A los softwares libres no les afectaría por el mero hecho de que ellos ya proporcionan gratuitamente su utilización.
Si esto no aportase beneficios para los softwares privados tal vez impusieran un precio a la utilización de dichas aplicaciones en línea. Pero si ambos tipos de softwares utilizan las mismas aplicaciones muchos usuarios pensarían que es una bobada pagar por utilizar algo que te puede resultar gratuito.
Por lo cual las únicas consecuencias tal vez solo las sufrirían los softwares libres con un descenso notable de sus beneficios económicos.